Sunday, June 24, 2007

Máxima paso a paso

Se oye música.

Se oye poca música.

Se oye poca buena música.

Existe poca buena música.

Es poca, pero buena música.

Poca, pero muy buena.

Existen pocas cosas buenas.

Existen pocas cosas, pero buenas.

Existen pocas cosas, pero bueno.

Existen pocas personas buenas.

Son pocas las personas buenas.

Somos pocas las personas buenas.

Somos pocos los buenos.

Somos pocos, pero bueno.

Somos pocos.

Pocos como la música.

Como la música buena.

Y como las cosas buenas.

Lo bueno viene en frasco chico.

En uno grande sobraría espacio.

Porque lo bueno es chico.

Existen en cantidades limitadas.

Las cosas malas no.

Las cosas malas son muchas.

Hay muchas cosas malas.

Muchas, muchas, muchas.

Cantidades superfluas de cosas malas.

Existe un número superlativo de cosas malas.

Es un gran número.

Un número de muchas cifras.

Porque lo malo es grande.

No existe frasco alguno que pueda contener la maldad.

No existe un frasco tan grande.

Pero frascos malos sí existen.

De esos que se rompen enseguida.

Que son requetefrágiles.

Y no aguantan nada.

Y hacen que se derrame el contenido.

Y uno pierda lo que allí guardaba.

Y si era un frasco chico peor.

Porque seguro contenía algo bueno.

Un frasco chico no puede contener cosas malas.

Las cosas malas no vienen enfrascadas.

Las cosas malas andan libres.

Las cosas buenas están presas.

Y para colmo de males, en frasco chico.

Andan todas apretujadas.

Esperando que el frasco se abra.

O se rompa.

Y así poder ser libres.

Pero libres se vuelven malas.

Porque lo bueno viene en frasco.

Lo bueno viene en frasco chico.